Una verdadera vergüenza protagoniza el fútbol chileno luego de que la ANFP confirmara que la Supercopa pactada para este sábado 25 de enero finalmente se suspendió.
De esta forma, la entidad que rige el balompié nacional no ha podido organizar un partido con cerca de dos meses de anticipación.
Por su parte, desde Quilin señalaron que “al no contar con las autorizaciones de la Delegación Presidencial para realizar el partido e iniciar la venta de entradas, la incertidumbre y falta de definición impide seguir adelante con el plan de operaciones y seguridad que ya se está implementando en el Estadio La Portada”.

“Esta situación imposibilita dar certezas a los clubes que disputarían el partido, quienes deben cumplir con una estricta planificación en las agendas de sus planteles profesionales, así como también en los temas logísticos y de seguridad que supone la realización de este encuentro”.
De igual manera, desde la ANFP aseguraron que cumplieron con las exigencias de las autoridades, pero que de igual manera, no lograron la aprobación.
“Finalmente, rechazamos categóricamente todo tipo de amenazas y manifestaciones de violencia en el contexto del fútbol, tanto dentro como fuera de la cancha. La delincuencia no se puede imponer por sobre el deporte y el derecho que tienen los verdaderos hinchas, las familias y los niños de acudir libremente a los estadios a disfrutar de un partido de fútbol”, recalcaron.