Uno de los hechos más dolorosos en la historia de la Universidad de Chile fue la derrota frente a River Plate en la semifinal de la Copa Libertadores de 1996.
Dicho partido, jugado en el Monumental de Argentina, quedó marcado para siempre en la historia de la cita continental como uno de los encuentros más vergonzosos en la historia del fútbol sudamericano.
Un claro penal cometido por Germán Burgos a Esteban Valencia no fue cobrado por el árbitro del encuentro en un hecho que hasta los mismos argentinos reconocieron como un robo.
En la banca de aquel equipo que contaba como principal figura a Marcelo Salas, estaba Miguel Ángel Russo, quien recordó con tristeza aquel episodio.
El gran dolor de Miguel Ángel Russo
En conversación con TyC Sports, el actual entrenador de Rosario Central de Argentina, confesó que aún le duele haber perdido esa llave.
“Mi mayor derrota en el fútbol fue no haber ganado la Copa Libertadores de 1996, con la ‘U’. Eso me dolió muchísimo, porque era mi primera Libertadores, con muy poca experiencia a nivel internacional”, señaló.
Además, el estratega aseguró que “esa ‘U’ tenía un equipazo bárbaro. Sabíamos que el que pasaba esa fase, sería el campeón”.
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