El partido de la Universidad de Chile contra Everton está prácticamente suspendido, debido a un corte de agua que afectará al estadio Santa Laura durante el día del encuentro.
Aunque se intentó solucionar esto con un estanque de agua, desde la Delegación Presidencial se habría desechado esa idea y no se habría autorizado la realización del partido.
Esta situación no solo traería la suspención del partido en el corto plazo, sino que este sería aplazado hasta noviembre cambiando por completo el fixture de la Universidad de Chile.
Pérdida de jugadores
Debido a la regla del Campeonato que dispone que los jugadores suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas deben cumplir su sanción en el partido subsiguiente al que recibió la amonestación, la U perdería una pieza clave en el esquema de Pellegrino.
Hay que recordar que actualmente hay dos jugadores que están suspendidos por acumulación de tarjetas amarillas: Nicolás Guerra y Leandro Fernández. El primero, debía cumplir su sanción en el clásico universitario -partido que venía después de Everton-, por lo que se hubiera perdido el partido contra los de Viña del Mar, mientras que el 9 sí podía jugar contra la UC y no contra los evertonianos.
Con este cambio, Guerra podría jugar contra los de San Carlos, pero Fernández no, lo que haría un cambio en el esquema de Pellegrino, sobre todo luego de la notable actuación del argentino en el último partido.
Sin localía
En el partido con Everton, la Universidad de Chile iba a jugar su segundo partido consecutivo como local, lo que evidentemente significaba una ventaja para el cuadro azul.
Con este cambio, los dirigidos de Pellegrino no podrán sentir el apoyo de su hinchada y además, tendrán un partido menos por largos pasajes del campeonato.
Para rematarla, el próximo partido de la Universidad de Chile será el clásico universitario de visita, donde enfrentará a un rival directo por las luchas de cupos internacionales.