El 21 de septiembre del 2011 en el marco de los octavos de final de la Copa Sudamericana, la Universidad de Chile se enfrentaba como visitante a Nacional de Uruguay, quien era dirigido por Marcelo Gallardo. En la ida el cuadro azul, que su DT era Jorge Sampaoli, había vencido 1 a 0 a los Bolsos en el Estadio Nacional.
El partido de vuelta parecía difícil, sobre todo por la historia de Nacional, siendo uno de los equipos más grandes de Uruguay y del Continente, sin embargo, la historia fue otra.

Desde el primer minuto la U dominó el partido, y como caracterizó a ese equipo, la intensidad en el juego y los constantes pases descolocaron a los locales y sus hinchas.
Tan solo 11 minutos le bastó al Bulla para abrir la cuenta, que llegó de los pies de Eduardo Vargas tras un pase certero de Charles Aránguiz.
Pero la máquina azul no paró. Un minuto después del tanto de Turboman, Matías Rodríguez —exjugador del decano del futbol uruguayo— estiró las cifras poniendo el 2 a 0 luego de un pase de Vargas proveniente de una gran jugada colectiva.

El partido que no pudo terminar
El partido continuó con una U dominando por completo en todas las áreas del juego generando más ocasiones, aunque no pudo aumentar la diferencia.
El segundo tiempo empezó igual, de hecho, a los 15 segundos del complemento Charles Aránguiz tuvo el tercero en sus pies, pero el portero Rodrigo Muñoz la mandó al córner.
Cuando Francisco Castro se disponía a reponer el juego desde la esquina, un proyectil cayó sobre la cabeza del juez de línea Milciades Zaldívar y el árbitro del partido, Antonio Arias, decidió finalizar el encuentro.

Dicho encuentro terminó así y no se jugaron los minutos restantes, sin embargo, quedó grabado para siempre en los hinchas del Romántico Viajero que más tarde verían al cuadro azul levantar la Copa Sudamericana.
La sorpresa de Gallardo
Marcelo Gallardo se iniciaba como entrenador en la banca de Nacional y dicho partido, dijo más tarde el multicampeón con River Plate, lo marcó por el gran juego de la U.
“Me llamó mucho la atención cuando yo me iniciaba como entrenador en Nacional de Montevideo. Me tocó jugar en la Sudamericana con la U de Chile de Sampaoli, y ya como cuerpo técnico habíamos visualizado algo distinto, un equipo con intensidad altísima, con enfoque ofensivo como prioridad”, dijo el exentrenador de la Banda Sangre a la prensa argentina.

“El primer partido que nos tocó jugar fue con la U. de Chile de Sampaoli. Tuvimos que ver esos partidos que habían jugado, y ya me había sorprendido. Cuando dije en rueda de prensa que nos íbamos a enfrentar a un candidato a campeón me miraron con cara de ‘qué dice este loco'”, agregó.
“Después se dio lo que se dio. El trabajo de Sampaoli vino de mucho tiempo, en la U forjó una idea de juego. Ya se pudo imponer y siguió evolucionando”, insistió el Muñeco.