No todos pueden ganar una copa internacional en el Estadio Nacional lleno, dicho privilegio está reservado para solo unos pocos y ahí está la Universidad de Chile.
Hace exactos 13 años, el Romántico Viajero se alzó con la Copa Sudamericana, siendo la primera competición internacional de la historia del club, dejando atrás grandes campañas que fueron ensuciadas por fallos arbitrales o injusticias.

Con un equipo plagado de estrellas y que sería la base para el Chile bicampeón de América, Jorge Sampaoli dirigió a un equipo que le ganó a todos los equipos que enfrentó y que solo recibió dos goles.

Como saldo final, ese histórico plantel, tuvo un rendimiento casi perfecto: 88,8%. En dicha campaña, la U jugó 12 partidos, donde ganó doce, empató dos y convirtió 21 goles.
La noche mágica para la U
Tras derrotar a la Liga Deportiva Universitaria (LDU) en Quito, con un solitario gol de Eduardo Vargas, la Universidad de Chile debía confirmar su chapa de campeón ante un Estadio Nacional repleto.

Fue así, que los dirigidos por el sabio de Casilda demostraron desde el minuto uno que ese equipo era diferente, y a los 2′ Turboman abrió la cuenta, para que todo el pueblo azul celebrara.
El primer tiempo fue un trámite para el Bulla, dominando el balón ante un equipo ecuatoriano que no tuvo reacción ante la U, que controló completamente el juego.

Ya en la segunda etapa, Gustavo Lorenzetti, puso el dos a cero, y la copa ya era del León. Pero faltaba el golazo de Eduardo Vargas, que se llevó marcas desde caso la mitad de la cancha para definir perfecto ante la salida del portero.
Con un 3 a 0 inapelable y una campaña histórica, la Universidad de Chile quedó para siempre marcada como uno de los mejores campeones de América.