La idea es terminar con la frente en alto el proceso y si bien las matemáticas aún dan cierto margen de acceder al repechaje, lo concreto es que la selección chilena ya piensa mejor, en el 2030.
Y para esta fecha doble, el entrenador Ricardo Gareca nos sacó a ocho jugadores en total de nuestra querida Universidad de Chile, que terminaron siendo siete ya que Charles Aránguiz fue liberado por lesión.
Ahora bien, el Tigre nos dejó cojos, para qué estamos con cosas si nuestro profe Gustavo Álvarez está haciendo maravillas para armar la formación que dará cara ante Curicó Unido por la Copa Chile.
No obstante, uno ve la más probable formación de La Roja y en ella, no asoma ningún jugador del Bulla, siendo que el equipo está destacando en la actualidad y perfectamente alguno de sus jugadores, podría ser titular en el combinado nacional.
Pero, me quiero detener en un aspecto, de manera puntual y tiene que ver que cómo este señor, nos quita a los dos laterales derechos que tenemos el plantel. Me refiero a Fabián Hormazábal y Nicolás Fernández, respectivamente.
¿Por qué nos hace esa maldad? ¿Para qué los llama y no los utiliza? Sobre todo al Rayo que al menos, es el titular en la U, pero ambos podrían estar entrenando en el club (sí, se que soy egoísta). Sin embargo, creo que hay otra cosa que es aún más grave y que muchos se la han dicho, pero él hace oídos sordos.
Y eso, tiene que ver con lo de Felipe Loyola, quien se luce como mediocampista interior en Independiente de Avellaneda, pero Gareca insiste en ubicarlo como marcador de punta derecho. Es decir, este señor le hace un mal a la propia Roja y a la U, indirectamente.
Ojalá, los resultados se le puedan dar, pero que nos hizo un daño pensando en nuestro club que tanto adoramos – y eso que no me referí a nuestros creadores, que también nos lo quitó para el duelo del fin de semana – sí lo hizo don Ricardo. No había para qué hacerlo. Innecesario.
