Un 12 de junio de 2011 no es una fecha más. Es el día en que la Universidad de Chile se rebeló contra el destino, contra los que ya celebraban y contra la historia misma.
Aquel día, el Romántico Viajero llegaba al Estadio Nacional a jugar la vuelta de la final del Campeonato Nacional apertura 2011 contra nuestro clásico rival, la uc.
En el ida, el Bulla perdió 2 a 0 como locales, también en el reducto de Ñuñoa, pero, como toda nuestra historia, rápidamente nos pusimos de pie y pensamos en el segundo partido de la llave.
Las entradas para los hinchas azules duraron unos escasos minutos y la locura por no dejar al León solo se generalizó y comenzó un movimiento en internet nunca antes visto en el fútbol nacional: el #LoDamosVuelta.
A través de Twitter, Facebook y otras redes sociales, miles de hinchas del cuadro mágico mostraban su esperanza y fe ante el complejo escenario, algo que aleonó al plantel liderado por Jorge Sampaoli.
Historia en el Estadio Nacional
Así, llegó una fría tarde. Ellos se creían fijos, celebrando con un cotillón, que quién sabe dónde debieron guardarse después de enfrentarse al verdadero equipo universitario grande.
Gustavo Canales se metió en nuestros corazones para siempre. Tres goles, dos de penal, uno con rebote, todos con el alma. Un autogol de Eluchans fue el empujón del destino. Pero el resto fue puro corazón azul.
Ese título fue el punto de partida de la U más gloriosa de nuestra era. La que luego ganaría la Sudamericana. La que nos enseñó que la historia no se hereda, se construye en la cancha con aguante, huevos y amor por la camiseta.
Hoy, 14 años después, la memoria sigue intacta. Porque los partidos se ganan, se pierden, pero las gestas como esa se eternizan.
Ahora y siempre, la Universidad de Chile y sus hinchas deben recordar cuán grande es este club, y creer que, pase lo que pase, siempre #LoDamosVuelta.
